Este pasado fin de semana hicimos una rápida escapada a la cima del Aneto. Es alucinante como ha crecido la pasión por la montaña, y la cantidad de excursionistas con los que nos cruzamos así lo demuestra.
Nos sumamos a la actividad dirigida por el corredor y guía de montaña Genís Zapater de ascender el Aneto. Junto con el equipo de Merrell Spain han preparado un entrenamiento físico, y dos afortunados ganadores por sorteo tienen la suerte de acompañarnos en esta jornada.
Quedamos el viernes por la tarde en el pueblo de Benasque, cuna del montañismo de la zona. Es el punto de encuentro y preparación para todos los deportistas, que desde allí saldrán en diferentes direcciones a practicar sus modalidades favoritas. Aquí nos juntamos y nos conocemos mientras comemos una hamburguesa en una terraza del centro urbano. Aún ser una quedada de lo más informal, salen temas como la previsión meteorológica o el tiempo de salida. Aunque estemos a finales de julio, estos factores siempre deben de tenerse en cuenta, ya que la montaña nos puede traer sorpresas a cada momento. Después de este pequeño briefing nos retiramos hacia nuestro campamento, en el aparcamiento de Plan de Senarta, donde pasamos la noche.
A las 6 de la mañana cogemos los coches y nos dirigimos a Llanos del Hospital (1747m), punto de inicio de nuestra ruta. En este caso, hemos decidido subir por la ruta que pasa por La Besurta (1920m) y el Refugio de la Renclusa (2140m).
Es la conocida como Ruta Norte, y es probablemente el camino más escogido por los excursionistas que se acercan al Aneto.
Salimos a las 7 en punto de la mañana desde el párquing, y nos hacemos en 45 minutos el tramo de casi 5km que sigue la carretera desde Llanos de Hospital hasta La Besurta (1920m). Este era el calentamiento. El siguiente tramo es el que nos lleva de la Besurta al Refugio de la Renclusa, y en el que según los carteles informativos se tarda unos 50 minutos, pero que nosotros hacemos en menos de 30. Pasado el refugio, el camino empieza a coger un aire más alpino y se convierte en un pedregal por donde se ve bajar algunos canales de agua. Sigue así todo el camino hasta llegar al Portillón Inferior (2650m), desde donde podemos ya ver la cima y el trozo de camino restante. A partir de aquí toda la ruta es sobre nieve, mayormente, y algo de roca. El calor ha desecho la nieve ligeramente, y las trazas y marcas del camino se siguen con facilidad. Como somos más chulos que nadie (nuestro guía el que más) nos armamos de valor y hacemos todo el tramo de nieve sin ponernos los crampones. Se hace bien, aunque alguna resbalada que otra es inevitable.
El calor ha desecho la nieve ligeramente, pero las trazas y marcas del camino se siguen con facilidad.
Finalmente, llegada a la cima después de 4:30h. Buena subida y a muy buen ritmo (hemos hecho 3 paradas durante la subida). La cima parece la playa de Lloret… hay decenas de personas esperando para cruzar el emblemático Paso de Mahoma, y hacerse la foto de rigor con la cruz de la cima. Nos espavilamos para pasar, hacer la foto y volver en apenas 20 minutos. Es hora de volver.
La bajada fue de lo más loca, pero nadie salió malherido (próximamente vídeos en nuestras redes sociales). Nos desviamos de la ruta de subida y volvemos por la zona de Aigualluts, con un poco más de vegetación y la compañía de las vacas.
A las 17:00h horas llegamos al párquing de Llanos del Hospital, punto final de nuestra excursión. 10 horas de actividad total, los brazos bien quemados y las piernas que ya decaen. Pero el ánimo está más arriba que nunca. Pronto repetiremos, a lo mejor ya con los esquís de montaña.
Nuestro siguiente objetivo: Ascensión al Toubkal (4.167m). Nos vamos este próximo Domingo 5 de Agosto para allá. ¡Deseadnos suerte, y disfrutar de las vacaciones!