Unos grabados prehistóricos han sido localizados en la famosa cueva de Santa Linya, espacio muy conocido por el sector escalador. Según los expertos son los grabados más antiguos conocidos en Catalunya, hecho que pone en peligro la actividad deportiva por excelencia de la zona.
Una notícia de esta misma semana en el periódico La Vanguardia nos informaba del reciente descubrimiento. Según éste, un grupo de arqueólogos encontraron nuevos grabados en las paredes de la Cova Gran de Santa Linya. Al parecer, corresponden a dos especies distintas, como son los neandertales y el homo sapiens, y aunque coinciden en el tiempo, pruebas como esta demuestran que no convivieron juntos.
La cueva de Santa Linya mide unos 25 metros de alto y unos 50 metros de largo, ocupando un espacio de más de 2.500 metros cuadrados de superfície. En esta encontramos un sector protegido ya des de hace más de 15 años, donde los arqueólogos analizan sus hallazgos mientras se expanden entre el suelo y la pared. De esta forma se llegó a dar con estas nuevas manifestaciones artísticas. El yacimiento arqueológico es el único en Catalunya con una secuencia ininterrumpida de ocupación, y va desde el 50.000 a.C al 3.000 a.C, es decir, toda la Prehistoria establecida en un mismo lugar.
La cueva de Santa Linya mide unos 25 metros de alto y unos 50 metros de largo, ocupando un espacio de más de 2.500 metros cuadrados de superfície.
Ante los recientes acontecimientos, el sector de la escalada se ha visto amenazado. Debido a las últimas excavaciones se ha abierto una investigación sobre si la práctica de la escalada está afectando directamente a los nuevos restos arqueológicos encontrados. De ser así, la cueva podría cerrar sus puertas a una comunidad que ha convertido un pequeño paraje natural en una zona conocida en todo el mundo. De esta cueva salen algunas de las vías más duras del mundo de la escalada deportiva, y grandes escaladores de todo el mundo hacen hueco en sus agendas para pasar por este conocido espacio.
El debate sigue aún abierto, sobre todo en el mismo pueblo. Mientras algunos defienden el poder y la relevancia que la escalada le ha dado al municipio, otros apoyan el cierre del espacio para una mayor búsqueda y reconocimiento del yacimiento. La misma alcaldesa del municipio ha admitido que harán “lo que diga el Departament de Cultura”, aunque destaca la importancia de llegar a un acuerdo para contentar al máximo a todos los afectados.
