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SEGURIDAD EN LAS PISTAS

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Por casualidad hoy he vuelto a leer un par de artículos que aparecieron en la prensa esta temporada pasada sobre accidentes que esquiadores provocaron  a otros esquiadores con resultados bastante graves, y no puedo dejar de reflexionar sobre este tema ya que me preocupa mucho.

Tengo ya bastantes años de experiencia en este mundo de la nieve, me he movido por muchas estaciones de esquí de todo el mundo y el problema no es exclusivo de un país u otro, es bastante generalizado –a excepción de EEUU y Canadá que lo tienen muy controlado-.

Si analizamos un poco las lesiones ocasionadas por accidentes de esquí, vemos claramente que a través de los años ha pasado de lesiones que el propio esquiador se hacía en las extremidades inferiores –tobillo, rodilla, tibia y peroné, etc.- a lesiones en la parte superior del cuerpo –cadera, hombro y cabeza- y que muchas de ellas son provocadas por colisión entre esquiadores.

Estos últimos años ha ocurrido un fenómeno muy especial en el esquí. La entrada masiva de los esquís modernos (carving) ha facilitado enormemente el aprendizaje, hasta tal punto que hablando de forma muy genérica, los esquiadores creen que su nivel de esquí es muy superior al que realmente tienen. Es bastante común ver esquiadores bajar por las pistas a velocidad muy superior a la que sería deseable, teniendo en cuenta que no esquían solos, que precisamente por la modernización de los remontes, actualmente el público está en la pista en lugar de estar en las colas como ocurría antiguamente. Esquía más gente y además las pistas están más llenas. Si encima no actuamos responsablemente modulando nuestra velocidad a las distintas situaciones que se dan en una pista, si además tenemos en cuenta que cada día las estaciones preparan más y mejor las pistas lo que las hace más fáciles de esquiar, un esquiador a cierta velocidad cuando hay muchos más esquiadores por la misma pista, se convierte en un “misil” difícil de controlar. Yo mismo he sido objeto varias veces del impacto de estos “misiles de nieve”, en algún caso gente educada que se ha parado pidiendo disculpas y asegurándose de que no me habían hecho daño, pero otras (diría que las que más) levantarse sin ni siquiera disculparse o lo que es peor, cargándote a ti la culpa por estar en su trayectoria. Vergonzoso!

¿Que pasa? ¿El “Carving” ha hecho que todos creamos que esquiamos mucho mejor de lo que realmente hacemos? ¿Es “obligatorio” creernos que todos somos participantes de super-g de la Copa del Mundo en una pista abierta con cientos de esquiadores que los convertimos en las puertas de la competición? ¿Es que tenemos un premio especial por llegar al pie de la pista en el menor tiempo? Son preguntas que me hago cada día en la pista. Cuando se esquía por una pista vacía, cuando no tenemos otros esquiadores que pueden cruzarse en nuestro camino, cuando las condiciones son correctas, puedes correr todo lo que quieras (o todo lo que aguantes tus piernas, esta es otra, la forma física), pero cuando la pista está llena de gente cualquier fin de semana o periodo vacacional, ¿por qué no somos capaces de pensar en el accidente que podemos provocar?

Pongamos un ejemplo: un esquiador arrolla a otro en medio de una pista cualquiera y le provoca una lesión. El que ha provocado el accidente lo más probable es que se pueda levantar (en algún caso ni se llegan a caer) rápidamente, en el mejor de los casos dice “perdón” mientras se aleja tan tranquilo si saber que el otro cuando reaccione se dará cuenta que su rodilla, hombro, espalda… lo que sea, está dañada, y el algunos casos bastante grave. ¿En un caso así, que hacemos? Localizar a un esquiador cuando se ha ido de nuestro lado es “misión imposible” en una estación de esquí. Si dejamos que se vaya lo más seguro es que en ningún momento lo volveremos a encontrar, y menos si nosotros tenemos que ser evacuados por el servicio de pistas. Pongamos otro caso supuesto: El mismo accidente con la diferencia que a primera vista no hay lesión alguna. Nos levantamos tan tranquilos, aceptamos educadamente las disculpas del causante del accidente pero…….  resulta que más tarde, o al día siguiente, en frio, si que tenemos una lesión y además puede que sea grave. Si el mismo día en la misma estación ya es prácticamente imposible localizar a otro esquiador, ¿como lo localizamos si es al día siguiente?¿Que tenemos que hacer? ¿Como solucionamos esto? Es imposible poner un “vigilante” detrás de cada esquiador, pero algo hay que hacer. Es curioso que cuando circulamos en coche y tenemos un pequeño rasguño, un pequeño golpe con otro coche, todos inmediatamente, con tranquilidad nos damos los datos del seguro asumimos la culpa de quien sea y seguimos nuestro camino. Si no hay acuerdo entre los conductores siempre puedes recurrir a la Policía para que sean ellos los que hagan su informe y ya las compañías de seguros se arreglaran entre ellas. (si, ya se, a veces hay que llegar a juicio porque las compañías no se ponen de acuerdo, pero siempre el juicio es entre las compañías no entre los particulares). ¿Por qué no tiene todo esquiador un seguro a terceros obligatoriamente? ¿Por qué tengo que asumir yo –o mi compañía de seguros- el coste de un accidente que no he provocado yo, que me han provocado? ¿Deben las estaciones implicarse más en este tema? ¿Realmente conocemos los esquiadores las normas de comportamiento que en su día redacto la FIS y que, al menos de momento, son las únicas que existen?

Simplemente es una reflexión hecha después de releer algún artículo ahora que ya se acerca la temporada.

1 comentario en «SEGURIDAD EN LAS PISTAS»

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